

Dicen que desde el vientre materno el ser humano empieza a sentir lo que ocurre en el exterior y la madre le transmite todas sus emociones; entonces si escuchan música clásica constantemente nacen más inteligentes. Del mismo modo, en muchos establos han comprobado que la música clásica incrementa la producción lechera de las vacas. El hecho es que las composiciones musicales que fueron escritas por muchos grandes generalmente en el siglo XVIII y a la cual se les denomina “clásicas”, siguen vigentes y siempre han sido materia de actualizaciones; combinadas éstas con arreglos y fondos modernos han ido culturizando a todas las generaciones. Anteriormente se creía que la música clásica era sólo para la élite; sin embargo, en los 80’s una corriente de orquestas se dedicaron a lanzar producciones con este género pero más a la moda y por esta razón para un público más amplio; tenemos como ejemplo a Louis Clark dirigiendo a The Royal Philharmonic Orchestra con temas de Tchaikovski.
Pero particularmente y gracias a un amigo, tuve la suerte de conocer las producciones de Luis Cobos (compositor y arreglista español) quien con su batuta dirigió a muchas de las mejores orquestas del mundo como la Filarmónica de Londres, la Sinfónica de Viena, la RAI de Italia, Sinfónica de Moscú, RTV Española, Royal Philharmonic Orchestra, Kansai Philharmonic de Japón, Orquesta Tropical de Puerto Rico, Orq. Sinfónica del Estado de Mexico y muchas otras más. Él utilizó fragmentos de piezas de clásicos como Bach, Beethoven, Borodin, Donizetti, Handel, Haydn, Khachaturian, Korsakov, Mozart, Puccini, Rossini, Strauss, Tchaikovski, Verdi, Vivaldi y muchos otros iluminados para armar medleys o popurrís, que lo catapultaron como uno de los mejores de esta época y recibiendo innumerables premios y reconocimientos por el gran volumen de ventas hasta la actualidad. Otra de las últimas figuras es André Rieu (casi siempre con su Stradivarius al hombro), holandés que se inició con su “Johann Strauss Orkest”; este personaje tiene la particularidad de efectuar presentaciones en locales abiertos como estadios, plazas públicas y otros lugares culturales y de ocio que generalmente son frecuentados por público joven, lo que lo ha llevado a tener un sinnúmero de seguidores y adeptos a sus producciones; cabe agregar, que sus videos son muy bien elaborados generando pinceladas de romanticismo y jocosidad que alimentan el alma.
Ahora sí, relájense, cierren los ojos y sacudan el “stress” gozando con estos dos fabulosos temas que les brindo a continuación:
Luis Cobos - Piccolo concerto (1986)*
Andre Rieu - Flower Waltz (Tchaikovski)*
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